Una empresa en situación de crisis supone una fuente inagotable de problemas y preocupaciones para el administrador societario, que se ve obligado a enfrentarse a la toma de difíciles y complicadas decisiones. Para ello, el asesoramiento de profesionales cualificados puede resultar crucial para actuar eficazmente sobre las fuentes del problema.
Nuestro consejo es apostar por la prevención y asesoramiento previo, ante el más mínimo indicio de estrangulamiento financiero. Obtener una imagen fiel de la situación jurídico-económica de la empresa y ofrecer propuestas de actuación eficaces en el menor plazo de tiempo posible resulta clave para garantizar la viabilidad de cualquier empresa en dificultad.
Otro aspecto fundamental desde el punto de vista del administrador societario es protegerse ante una posible responsabilidad como administrador. Hacer las cosas bien es sinónimo de tranquilidad para el futuro.